A simple vista, esta familia parecía tener la vida perfecta. Además de cinco hijos sanos y una lujosa casa de cuatro dormitorios, los padres contaban con un buen trabajo, que les permitía llevar una vida cómoda y sin sobresaltos. Sin embargo, esta pareja decidió dar un giro radical a sus vidas. Lo han vendido todo, incluido su hogar, para viajar por el mundo con sus cinco hijos. ¿Quieres conocer su aventura?
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De puertas para afuera, Faye y Matthew Gooding , padres de cinco hijos, parecían tener una vida de ensueño. Más de 32.000 seguidores en su cuenta de Instagram, seguían día a día la apacible e ídilica estampa de esta familia numerosa a través de sus fotografías.
Sin embargo, el modelo tradicional de éxito, marcado por una sociedad de consumo, nunca fue el sueño de esta peculiar pareja. Siempre les faltó algo…
Tras años pensando en la idea, han tomado la decisión de arriesgarlo todo. Esta familia ha vendido su casa y todas sus posesiones para viajar por el mundo. Ralph, Judah, Hunter y los gemelos Freddie y Jasper, les acompañarán en este emocionante viaje. Las edades de los pequeños, que van de los 9 años hasta los 10 meses, no han supuesto un impedimento para el matrimonio.
La pareja tomó la decisión después del nacimiento de los gemelos. El negocio de hipotecas con el que contaban apenas les dejaba tiempo para el cuidado de los niños. La conciliación de la vida familiar y laboral era casi misión imposible. Pasar tiempo con sus hijos y disfrutar de la paternidad era para ellos una prioridad.
Renunciar a todo lo material para centrarse sólo en la familia
Su decisión pasaba por vender todo. Primero fue su casa, un chalet individual con jardín y cuatro dormitorios. Después, el coche. ¿Su objetivo? Prescindir de lo material para viajar en familia por el mundo con una sola mochila.
A pesar de las críticas, la pareja considera que esta decisión rompedora ha sido la mejor de sus vidas. Faye ha querido compartir en su blog un resumen de este año, que ha marcado definitivamente un antes y un después.
«Algunos amigos y familiares piensan que Matt y yo estamos locos por haber renunciado a tanto. Ha sido difícil deshacerse de tantas cosas», ha declarado la madre al periódico británico Daily Mail. «Vender la casa que habíamos amueblado estos últimos años, ha sido triste. Pero al mismo tiempo, deshacerse de todo lo material ha sido una sensación absolutamente liberadora«.
«Quedarme embarazada de gemelos fue un shock para mí», ha relatado Faye. «En vez de disfrutar pasando tiempo con los niños, me encontré limpiando la casa todo el día. Apenas les veía entre el trabajo y las tareas del hogar, no disfrutábamos de tiempo de calidad».
«Le dije a Matt cómo me sentía. Ambos pensábamos que nuestras vidas giraban demasiado en torno a cosas materiales, trabajando para pagar la hipoteca y mantener nuestro mundo material perfecto».
Este verano pusieron la casa a la venta. Tras tomar esta valiente decisión, sus hijos no volvieron al colegio. Sus padres decidieron enseñarles en casa.
«Cuando se lo dijimos a los mayores se pusieron tremendamente contentos. Eso nos hizo darnos cuenta de que no hay posesiones materiales que compensen el tiempo que pasas con tus hijos«.
Los pequeños donaron sus juguetes, bicicletas y libros. Entre sus regalos de Navidad para niños, sólo una mochila para cada uno. La ilusión de la familia era tal, que no importó la cantidad de regalos…
El viaje por el mundo de esta familia comenzará este mes
En primer lugar, la familia visitará Suecia. Durante el viaje de más de dos años, la pareja compartirá los mejores momentos a través de su cuenta de Instagram y del blog «Mother of five boys». Después, les esperan cientos de aventuras recorriendo Europa y destinos como América, Japón, Bali o Tailandia.
En su blog, Faye ha contado cómo está viviendo la familia estos días. «Queremos viajar y experimentar tanto como podamos, acumulando recuerdos juntos todos los días mientras los niños son pequeños. Aunque este es solo el comienzo de nuestro viaje, no podría estar más entusiasmada con la aventura que tenemos por delante».
A pesar de que los niños no irán a la escuela, sus padres están convencidos de que aprenderán más viajando. Mientras tanto, la pareja ha contratado un gestor para su negocio. Gracias a las nuevas tecnologías, podrán estar disponibles desde cualquier punto del planeta, sólo para decisiones importantes.
Viajar con bebés de 10 meses tampoco les asusta. Ignoran las críticas de aquellos que ponen en duda la estabilidad o seguridad que tendrán sus hijos con esta aventura. Insisten en que dejar el estrés y las rutinas diarias, junto con el tiempo que pasarán en familia, tendrá un efecto enormemente positivo en los pequeños.
Y añaden, «no sabemos lo que pasará, pero sí sabemos que si no lo hacemos nos arrepentiremos toda la vida«.
¿Alguna vez lo has pensado?
Al conocer la historia de esta familia, no hemos podido evitar pensar en la idea. Más de una vez, cuando vemos a españoles viviendo en otros países, nos trasladamos a otra realidad. ¿Y si lo dejamos todo? ¿El trabajo, los colegios, las imposiciones que nosotros mismos nos marcamos en el día a día?
Y resulta inevitable preguntarnos, ¿pasamos realmente tiempo de calidad con nuestros hijos? ¿Tenemos un horario laboral que nos lo permita? ¿Trabajamos exclusivamente para pagar colegios y una hipoteca? Mientras pasan los años, nuestros hijos crecen, pasa también su infancia, irrecuperable, única…
Sin duda, la idea de deshacerse de todo lo material y viajar por el mundo en compañía de los hijos, puede resultar utópica. Una utopía maravillosa con la que muchos soñamos…
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