La fotografía de esta madre de tres niños fue tomada precisamente por una de sus hijas. Muestra la realidad de miles de madres como ella: una mamá sosteniendo en brazos a un bebé, en una casa caótica, donde no queda tiempo para ordenar ni para hacer la colada. Con esta imagen, convertida en viral en apenas unas horas, no sólo muchas madres se han sentido identificadas, sino que además transmite un poderoso mensaje a todas ellas. Detrás de la escena, hay una profunda reflexión sobre los recuerdos que dejaremos a nuestros hijos el día de mañana.
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Esther Anderson decidió, al convertirse en madre, centrar su carrera profesional en trabajar desde casa. Comenzó entonces Story of This Life, un proyecto en el que su experiencia con la maternidad se convirtió en protagonista.
Tras las redes, una mujer extraordinaria que ha conseguido un tremendo éxito. Ha sabido plasmar, sin filtros, el día a día de una mamá en ocasiones desbordada por la maternidad. Con sus momentos buenos y malos, reflejando el cansancio, lo extraordinario de dar vida y la aventura de ver crecer a sus hijos. Pero sobre todo, capaz de mostrar lo más importante: cómo el amor incondicional de una madre es capaz de superar cualquier obstáculo o dificultad.
Sus vídeos, fotografías y artículos se han convertido en inspiración para muchas madres. Principalmente, porque la mayoría se siente reflejada en sus experiencias. Porque no hay nada como mostrar la imperfección de la paternidad y normalizarla.
Una de sus últimas instantáneas se ha convertido en viral en apenas unas horas, precisamente por ese sentimiento de empatía que genera en otras madres como ella. Lo diferente de la imagen es que fue captada por su propia hija y que el mensaje que la acompaña ha calado hondo en miles de padres.
El mensaje sobre qué recuerdos tendrán nuestros hijos el día de mañana
La fotografía, con más de 9 mil likes, muestra el caos al que se enfrenta diariamente esta madre. Esther sostiene a su bebé rodeada de ropa por el suelo, cojines revueltos y un desorden absoluto. Seguro que la secuencia os resulta familiar, ¿no? La imagen captura a la perfección el caos de una madre que cuida de sus hijos en casa, pero va más allá al transmitir un mensaje cargado de emociones.
Las palabras de esta madre fueron realmente las que captaron la atención de los lectores:
"El bebé estaba muy irritable, las niñas se estaban peleando y yo había estado intentando hacer la colada durante toda la mañana, sin conseguirlo. Así que les dí mi móvil para que jugaran y Ellia tomó esta fotografía. Me miró y me dijo muy seria: "eres una buena mami".
Literalmente solté una carcajada, pensando en el caos de la mañana y lo frustrada que me sentía como madre, en cómo les acababa de haber gritado, en que estaba a punto de rendirme y dejarlas que continuaran peleando.
Encontré más tarde esta foto en mi móvil y me recordó que los recuerdos que tendrán nuestros hijos en el futuro no serán de lo desordenada que estaba la casa y de la poca ropa limpia que volvía a ocupar su lugar en los cajones, sino de los momentos que pasemos con ellos. (Hay que tratar de no gritarles a los hijos)".
Padres atrapados por el estrés, ¿cómo salir del túnel?
La reflexión de esta madre ha llevado a muchos a plantearse qué recuerdos estamos dejando realmente a nuestros hijos. Muchas veces nos sentimos atrapados en un estrés permanente del que es difícil salir. El trabajo dentro y fuera de casa. Los desplazamientos, las tareas del hogar, las responsabilidades del día a día, la crianza de los hijos, sus peleas constantes… En ocasiones nos sentimos desbordados e incapaces de controlar nuestras propias reacciones. Los gritos no benefician a nuestros hijos.
A veces tenemos la sensación de no parar ni un minuto y, sin embargo, de no llegar a todo. Un ciclo que no acaba y en el que no hay tiempo para el descanso. La maternidad puede hacernos sentir completamente desbordadas.
De hecho, un reciente informe elaborado por Sitly sobre cómo cambia la vida de las parejas al tener hijos, revela que un 33% de padres españoles afirman sentirse constantemente estresados.
Otro estudio concluyó recientemente que cuidar de los hijos cansa más que trabajar fuera de casa. Por lo tanto, es importante pedir ayuda.
Las opciones de servicio de cuidado de niños son múltiples, y no está de más delegar unas cuantas horas diarias. Porque, a fin de cuentas, a los niños poco les importa si la casa está o no impoluta, sino tener a una madre feliz que sepa transmitirles esa misma felicidad.
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Nuestros hijos sólo serán pequeños una vez
Lo poderoso de la imagen es que no recuerda la importancia de darle al botón de «pausa», algo que parece siempre tan difícil de encontrar en nuestro día a día. Algo que nuestros hijos nos pueden recordar diciéndonoslo al oído o haciendo fotografías tan cargadas de fuerza como ésta.
Porque el recuerdo de nuestras experiencias, no es necesariamente el que tienen ellos. Nuestras emociones no son las suyas. Y sus recuerdos no estarán marcados por un salón desordenado o una colada sin hacer. Nada de eso es importante para ellos. Porque incluso cuando la casa está hecha un desastre, somos las mejores madres del mundo.
Así que aunque a veces pensemos que todo se viene abajo, nuestros hijos siempre están viendo algo diferente. De vez en cuando es bueno recordarlo.
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